
Ahora nos citamos en la muesca de este
alambre, y me parece estar posada encima de un volcán helador. Siento la
succión de un esfínter gris, su extraño beso de cemento, y paseo sobre él como
si nada.
Coincidimos en el hueco del tiempo. Aquí
todos nos juntamos.
A ti prefiero esperarte en el borde del
silencio, a pie del manantial de palabras con las que cubrimos la desnudez de
nuestro sentimiento.
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