miércoles, 23 de abril de 2014

Las amapolas

Bruñe el sol las praderas, seca sus lluvias, apacigua los vientos y les hace brotar sangre. Borbotean entre el verde sus gotas, manantial del corazón enterrado en el centro. Burbujas de tiempo.Pequeños volantes vivos que se ondulan hacia el infinito; bailan  y se rizan retadores con su fragilidad como arma.    
    
Besos furtivos son sus pétalos. Son suaves como labios perdidos.   

Mi mirada se baña en esta agua roja, donde estuvo el frío blanco del dulce almendro. Aquí me cegó la belleza de la última primavera incrustada en el invierno. Aquí me encuentro. Esta delicada hoguera no quema, el manto verde me refresca con el tacto de las lágrimas que ya cayeron.