sábado, 10 de octubre de 2015

En la cima

Hemos llegado a la cima; desde aquí, el iris de los ojos se desploma en verdes campos, donde ovejas como lunares tapizan el viento.






Briznas de luz hierven en el río, que corta con su filo una tierra dulce.





Así, los años hacia atrás forman cadenas de plata, y ya es hora de saborear la libertad del aire que con los ojos planeo.

Se deshiela la nieve acunada por la niebla oscilante, aliento húmedo que el cielo espira.




En el camino andado deben quedar también las piedras en los zapatos, los aguijones y los pellizcos, que tantas veces cubrí con papel mojado.





Hacia delante, las nubes perladas ondulan y surcan el azul de mi alma, feliz, acompañada.




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