sábado, 16 de mayo de 2015

Barro



     El viento juega con mi falda. Intento sujetarla con las dos manos, pero las llevo cargadas con pucheros de barro. Me siento feliz, sé que al caminar dibujo una sonrisa, y mi tirante desciende como una vereda por mi hombro desnudo.



     La tormenta se bate en el aire y el polvo se hace espuma; el apagado atardecer se rompe en resplandores. ¡Qué momento es este para cargar con pucheros de barro! No sé si he oído bien, pero he sentido tu aliento jugando con mis piernas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario