Huele, se siente el otoño, nos cita en el calendario.
En el aire serpentea el viento fresco de la melancolía.
A través de la ventana se aprecia una
mujer solitaria;
Evoca un sol ya sin carne de fuego y oro.
De nuevo vuelve a quedar la piel como único calor,
Y una imagen velada nos transforma en Ícaros
de otoño.
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