De tus
pequeños brazos quiero hacer florecer caricias. Que las yemas de tus dedos sean
botones florales de inapreciable tersura. Que se abran tus manos buscando la
luz de primavera y que esta arrope otoños e inviernos cuando lleguen. Quiero
que el suave sol sea potente en tus venas, y haga brotar el más dulce color en
todo lo que toques. Que lo que hagas se impregne del aroma de una miel aún no
destilada.

Las palabras: Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos, son de Pablo Neruda.