domingo, 21 de julio de 2013

Nochevieja en Roma

Era invierno y el frío levantaba de las luces sus colores. La fiesta inundó por un rato la escalera regia.

Las personas, como trazos azules, rojos, blancos o  amarillos, se mecían entre grandes y pequeñas en brazos de la distancia.




La iglesia coronaba la estampa con las perlas de sus focos y la aureola de sus cúpulas, a la manera de las diademas imperiales. En el otro extremo, al final de la gran lengua, como palabra escapada, la fuente no se cansó de manar agua encendida.

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